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Lessons from the Glovo strikes in Spain – Interview with Carmen Juares

Por Pablo Agüera y Tatiana López

Durante las últimas semanas, ha habido varias protestas en España por repartidores de la plataforma Glovo. Glovo es una compañia de reparto española fundada en 2015 y que a día de hoy opera en más de 20 países. El equipo de Fairwork habló con Carmen Juares Palma, responsable de la secretaría de Nuevas Realidades del Trabajo y Economía Social y Solidaria, en Comisiones Obreres de Cataluña, quien lideró la organización de una huelga de nueve días en los ‘supermecados fantasma’ de Glovo. Durante la entrevista, también hablamos sobre la nueva ‘ley rider’ que reconoce a los repartidores como trabajadores asalariados. Aunque la ley entró en vigor en Mayo de este año, Glovo sigue manteniendo gran parte de su flota de repartidores como autónomos. Poco después de las protestas en los supermercados fantasma, estos repartidores ‘autónomos’ se mobilizaron para demandar sus serechos laborales y criticar la reciente bajada de tasas.

¿Puedes describir brevemente la posición de CCOO en cuanto al trabajo de plataformas?  

Soy Carmen Juares Palma, responsable de la secretaría de Nuevas Realidades del Trabajo y Economía Social y Solidaria, en Comisiones Obreres de Cataluña. 

Somos conscientes de que no todas las plataformas digitales son iguales, ya que hay algunas en las que se da una autonomía real, pero hay otros, que se venden como empresas intermediarias, innovadoras y de economía colaborativa, que esconden explotación laboral propia del siglo XIX. Estas empresas de plataforma aprovechan los vacíos legales para eludir sus obligaciones laborales. 

Actualmente, aunque la dimensión de este fenómeno es todavía relativamente reducida en términos de empleo, sí preocupa, y mucho, el hecho de que tienen una capacidad de implantación rápida y que representa una nueva modalidad de externalización de los costes y los riesgos laborales a las mismas personas trabajadoras, así como el riesgo que supone para sectores tradicionales organizados y para nuestro sistema de seguridad social y de bienestar. 

En estas plataformas hay una alta presencia de trabajadoras y trabajadores de origen inmigrante, una parte importante de los cuales están en situación administrativa irregular, y impera la figura del falso autónomo y de la economía sumergida. Además, la organización del trabajo de algunas de estas plataformas penaliza a las mujeres y termina perpetuando la violencia en contra de ellas. Por lo tanto desde el sindicato es estratégico informar sobre sus derechos laborales y sociales a estas personas trabajadoras y organizarlas en el seno del sindicato para generar derechos. Igualmente, consideramos que debemos promover un marco legislativo global en el trabajo de plataformas digitales. 

¿Puedes contarnos un poco sobre el contexto de la economía de plataformas en España? Recientemente ha habido una ola de protestas de lxs repartidorxs en una de las plataformas más grandes del país, Glovo, la cual está presente en más de 20 países. ¿Cuál fue el motivo de la huelga?  

Las empresas de plataforma de reparto son las más visibles y donde las personas trabajadoras están llevando a cabo protestas por las duras condiciones laborales en las que trabajan, propias del siglo pasado. En cuanto al resto de empresas de plataforma que se dedican al cuidado, limpieza, multiservicios… se visibiliza poco la falta de derechos de estas personas trabajadoras. 

Respecto a las movilizaciones de las personas trabajadoras de la empresa Glovo, se han manifestado tanto las personas trabajadoras que, habiendo entrado en vigor la ley rider, que presupone la laboralidad de las personas trabajadoras de las empresas de reparto de plataformas digitales, siguen trabajando como autónomas. Lo que supone que la empresa continúa trasladando los costes y el riesgo a las personas trabajadoras. A partir de agosto, las protestas de estas trabajadoras y trabajadores son producto del enorme descontento por una importante bajada en el pago por pedido realizado. La mayoría del pago de pedidos no superaba los 3€ brutos, incluso algunos se ofertaban a 1€ por pedido entregado. Teniendo las personas trabajadoras que hacer frente al pago de la cuota de autónomo, IVA, IRPF, poner el vehículo, la gasolina, hacerse cargo del desgaste del vehículo y cobrar solo por pedido entregado, no por el tiempo que se está conectado a la plataforma a la espera de pedidos. 

En cuanto a la huelga de los y las riders de los supermercados de Glovo, que son personal subcontratado a través de Empresas de Trabajo Temporal, y convocada por el sindicato de Comisiones Obreras de Cataluña, el mayor sindicato de España, es una decisión que toman las personas trabajadoras que ya no pueden más con los abusos de esta empresa digital de reparto a domicilio. Las reivindicaciones de las personas trabajadoras son tan básicas que reflejan el grado de abuso y falta de derechos a las que somete a sus trabajadores esta empresa. Entre las reivindicaciones están el acceso a lavabos, acceso a la fuente de agua para poder llenar la botella de agua, cargar las bicicletas, móviles y patinetes. Así como ser contratados directamente por la empresa Glovo, el pago de plus de nocturnidad, festivos, peligrosidad y acceso a un lugar para poder esperar los pedidos, ya que ahora se han de esperar en la acera, paradas de autobús o bancos de la calle. Esta situación les expone a la intemperie del sol y calor excesivos en verano y a las lluvias y frío en invierno. Asimismo, esto significa una falta de acceso a espacios de higiene en tiempos de pandemia, lo cual supone un riesgo para las personas trabajadoras. Finalmente, esta falta de espacios de higiene significa una problemática importante para las mujeres durante el periodo menstrual. 

¿Cómo es la situación de lxs repartidorxs de ‘supermercados fantasma’ diferente a la de otros repartidores de Glovo? ¿Cuáles son las demandas de este grupo de trabajadores? 

A diferencia de los trabajadores y trabajadoras de Glovo que aún continúan trabajando como falsos autónomos y haciendo frente al pago de la cuota de autónomo, del IVA, del IRPF y de una gestoría que les realice estos trámites, con unos ingresos que la mayoría de las veces no llega al Salario Mínimo Interprofesional. Las trabajadoras y los trabajadores de los supermercados de Glovo están contratados por empresas de trabajo temporal, con contratos a jornada parcial, cobrando el salario mínimo interprofesional. Asimismo, ponen a disposición de la empresa el teléfono, el internet y el vehículo con el cual realizan el reparto, sin recibir ninguna compensación por ello en concepto de desgaste de material, reparación del mismo o por la gasolina. 

La demanda de las trabajadoras y de los trabajadores es tener los mismos derechos que el resto de personas trabajadoras: contratación directa por Glovo, prevención en salud laboral, prevención ante temas de acoso sexual, que la empresa asuma el coste del vehículo de reparto, el teléfono, los datos moviles y el pago de pluses de nocturnidad, festivos y de riesgo. 

 

¿Cuáles fueron, en tu opinión, las claves para el éxito de la huelga en consequir que Glovo se sentara a negociar? ¿Ha estado Glovo dispuesto a escuchar las demandas de lxs trabajadorxs?  

En mi opinión el éxito de la huelga es debido al seguimiento del 100% de la plantilla. Gracias a ello las personas trabajadoras, con el apoyo del sindicato CCOO, consiguen que Glovo se vea obligado a cerrar la APP y no se hagan pedidos de los siete supermercados durante los tres días que dura la jornada de la huelga. Asimismo, pienso que el efecto sorpresa de la huelga cogió a Glovo desprevenido, no se esperaban que las y los trabajadores se organizaran para tirar adelante una huelga de nueve días y, menos que lo hicieran con el apoyo del sindicato.  

Como señalan varios investigadores del trabajo en plataformas digitales, esta es la primera huelga convocada oficialmente que se realiza en Europa. Ello refleja lo difícil que es organizarse para unas trabajadoras y unos trabajadores que no se conocen entre ellos, que tienen contratos con salarios precarios y temporales y saben que la empresa a la mínima que reclaman les despiden. Lo que genera mucho temor a perder un empleo, que aunque precario, les genera unos ingresos. 

Antes de la huelga, la empresa Glovo en ningún momento había estado dispuesta a escuchar las demandas de las personas trabajadoras. No fue hasta el éxito de la huelga que se comenzaron a ofrecer contratos directamente con la empresa Glovo y a implementar algunas de las mejoras que se reivindicaban en la convocatoria de huelga, como acceso a lavabos, fuentes de agua o puntos de carga. 

Actualmente, está en marcha una mesa de seguimiento de las contrataciones directas por la empresa Glovo donde esta nos comunica el avance de las mismas. A día de hoy no ha sido posible llegar a un acuerdo con Glovo respecto a las condiciones de la contratación ni a mejoras laborales de las personas trabajadoras. Por ello, desde el sindicato hemos puesto cinco denuncias a Glovo ante la Inspección de Trabajo por la reclamación del reconocimiento de la laboralidad de los trabajadores y las trabajadoras que ha día de hoy continúan como falsos autónomos, por vulneración del derecho a huelga, por temas de prevención de riesgos laborales, convenio colectivo y salario.  

¿Durante los últimos meses, hemos visto trabajadorxs de otras plataformas de delivery organizar acciones de protesta similares, como en el caso de los repartidores de Gorillas en Alemania. ¿Qué consejos darías a estos grupos de trabajadorxs en otros países ante la experiencia de las últimas semanas en Catalunya?  

Que se organicen, se unan y que luchen por sus derechos, en esta carrera de fondo. Que no olviden que las empresas de plataforma les necesitan para realizar la actividad principal que es el reparto, pero que aun así, por sí mismas, las empresas no mejoraran las condiciones laborales, por lo que tienen que luchar. La empresa jugará a la desunión y al desgaste, por lo que necesitan estar organizados y tener una estructura, algo que les dará la sindicalización. 

Hemos visto que en muchos países los grandes sindicatos nacionales han encontrado dificultades a la hora de organizar a los trabajadorxs de plataformas. En cambio, muchos de estxs trabajadorxs han optado por organizarse en sindicatos independientes o colectivos informales. Basandose en la experiencia de CCOO durante la huelga de Glovo, cuál crees que debería ser el papel de los grandes sindicatos nacionales en el sector de la economía de plataformas.  

Es continuar haciendo lo que hasta ahora se ha hecho desde el sindicalismo; facilitar el espacio para la organización de las personas trabajadoras. Si bien es cierto que hace falta innovar en las maneras de organizar y conocer muy bien la situación sociolaboral de las trabajadoras y los trabajadores, para poder dar respuesta a sus necesidades y que vean en el sindicato una herramienta útil para mejorar sus condiciones laborales. 

Hemos de estar preparados para la flexibilidad, la inmediatez y la demanda que significa la organización en el trabajo de plataformas. Los primeros en parar la actividad en Glovo fueron las propias personas trabajadoras, una vez parada la actividad, sin haber convocado huelga, nos llaman para pedirnos ayuda. Tuvimos que organizar la huelga en tiempo record! con todo lo que supone, preparar piquetes, material, comunicación, etc. Además, para la mayoría de las trabajadoras y los trabajadores era su primera huelga. Muchos tenían temor de ponerse en el piquete, por temor a ser identificados por los agentes, ya que tienen permisos de residencia temporal. Asimismo, el trabajo en plataformas digitales es un sector poco sindicalizado y para acceder a algunos servicios del sindicato si no se está afiliado, estos tienen un coste económico, que para algunas personas trabajadoras de la economía de plataforma con ingresos muy precarios significa un esfuerzo económico importante. En Comisiones obreras de Cataluña hemos adaptado la cuota de afiliación para trabajadores riders, hemos abierto un espacio con lavabos, fuente de agua y lugar de descanso y salimos los fines de semana a pie de calle a hablar con las personas trabajadoras y a informarles de sus derechos y como reivindicarlos. 

Desde la entrada en vigor de la ‘ley rider’ las plataformas han respondido de distintas maneras. Algunas han optado por un modelo de subcontratación y otras, como Glovo, por mantener gran parte de su flota como falsos autónomos. ¿Crees que la ley será capaz de mejorar las condiciones de los trabajadores de reparto? En caso de que no, ¿que más se necesitaría para hacer que las plataformas cumplan con sus obligaciones con los trabajadorxs?  

Considero que la “Ley rider” crea las bases para generar derechos laborales y protección social para las y los repartidores de empresas de plataformas digitales, pero estos derechos se acabarán consiguiendo solo si se acompañan con movilizaciones y denuncias ante la autoridad laboral por parte de las personas trabajadoras y los sindicatos. Asimismo es necesario un refuerzo en recursos humanos y económicos de la Inspección de Trabajo, para que puedan llevar a cabo actuaciones contundentes contra estas empresas de plataforma. Igualmente necesaria es la implicación de una sociedad crítica con estas empresas de plataforma que basan su modelo de negocio en la precariedad de las personas trabajadoras. 

El debate sobre las condiciones de trabajo en la economía de plataformas ha estado muy presente en España durante los últimos años. ¿Crees que la sociedad está concienciada sobre los riesgos y dificultades a los que se enfrentan estxs trabajadorxs? En tu opinión, cómo podrían lxs consumidorxs de estas empresas ayudar a mejorar la situación de lxs trabajadorxs de plataformas? 

Es cierto que desde hace unos años hay bastante interés por las condiciones laborales de las personas que trabajan como repartidoras en empresas de plataformas digitales y son numerosos los artículos que se han escrito denunciando sus duras condiciones laborales, pero en las sociedades actuales de la inmediatez y del individualismo, existe pocas ganas de pararse a reflexionar sobre la precariedad que se esconde detrás del pedido que un repartidor o repartidora nos lleva a casa a precios tan bajos. Empresas como Gorillas ofrecen pedidos en 10 minutos por 1,80 €, Glovo y Uber ofrecen los primeros pedidos gratis. 

Las personas clientas de estas plataformas deberían de ser exigentes con estas empresas de reparto a domicilio y exigir que garanticen condiciones laborales dignas a las personas trabajadoras o buscar opciones de reparto más justas a nivel laboral, pero la realidad es que una gran mayoría de personas hacen sus pedidos en las empresas de plataforma más barata, sin querer pensar en que detrás de ese bajo precio en el pedido se esconden situaciones laborales de gran explotación laboral.